vivía una pequeña princesa que era muy bonita. Su cara era tan blanca como la nieve, y sus labios y mejillas, rojos como la sangre. Una larga melena negra caía sobre sus frágiles hombros. La llamaban Blancanieves.
La selva es un lugar muy especial y diferente de la ciudad. Una mañana, Bagheera, la pantera negra, escuchó el llanto de un niño. Al no saber qué hacer, lo llevó con Rama, la loba que lo crió. Mowgli había crecido en la selva y se hizo amigo de todos los animales...
Caperucita adoraba el aroma de las flores y de la hierba verde y fresca. Miraba divertida a las ardillas, que saltaban de rama en rama, a los pájaros y a las mariposas que revoloteaban alegres sobre las flores...
"El lobo jamás podrá destruir una casa tan fuerte y tan sólida como la que estoy construyendo", pensaba orgulloso Pablo, mientras levantaba los muros de su casa de ladrillo. Mientras Pablo trabajaba pacientemente en su nueva casa..."
De pronto, entre las llamas se desprendió un resplandor más luminoso que el fuego. Cenicienta se restregó los ojos, creyendo que soñaba. Pero no, no era un sueño. Ante ella, una mujer de dulce rostro y tierna voz esgrimía una varita mágica...
Un día, Pulgarcito y sus hermanos fueron a jugar al bosque. Como se lo estaban pasando bomba, ni siquiera se dieron cuenta de que se habían alejado mucho de casa. En esas estaban cuando cayó la noche. De pronto, el bosque se tornó oscuro y amenazador.
Había una vez un mercader que tenía una hija muy hermosa a la que todos conocían como Bella. Un mal día aquel mercader tuvo que ir a la ciudad en busca de un nuevo trabajo, pero de vuelta a casa se perdió y fue a parar al castillo de la Bestia...
Wendy, Michael y John eran tres hermanos que vivían en una casa muy grande, a las afueras de Londres. Una noche de invierno recibieron la visita de Campanilla y Peter Pan, invitándolos a ir al País de Nunca Jamás...